Reglamento, cuando existen «no detecciones»

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Una de las situaciones que más comentarios ha generado luego de la pasada jornada de partidos internacionales ha sido la protagonizada por el capitán de los Springboks, Siya Kolis, en el partido entre Escocia y Sudáfrica. La situación no fue penalizada en su momento y generó el debate de si debía ser penalizada o no, y cómo.

La situación se ve en el siguiente vídeo

El jugador sudafricano da (o intenta dar) un golpe con su cabeza a un rival que lo está sujetando en el suelo.
Independientemente de si es penalizable o no la acción del jugador escocés, la «Ley 9, Juego Sucio» indica en su numeral 12:
Un jugador no debe agredir física o verbalmente a nadie. La agresión física incluye, sin estar limitado a ello, morder, dar un puñetazo, hacer contacto con los ojos o la zona de los ojos, golpear con cualquier parte del brazo (incluidos los placajes con el brazo rígido), hombro, cabeza o rodilla(s), pisar, pisotear, hacer una zancadilla o patear.

La acción pasa desapercibida tanto para el árbitro, como para los árbitros asistentes y el TMO. Además de estos oficiales, en partidos internacionales existe el Citing Commissioner. La función de este «Comisionado de citaciones» es ver el partido, las grabaciones tanto de las jugadas donde puede haber habido una no detección por parte de los oficiales del partido acerca de juego sucio, y también de las que sí son penalizadas por el árbitro. Además, consulta con los delegados de ambos equipos si hay alguna situación que creen que merezca revisión e incluso toma evidencias fotográficas en caso de que algún jugador victima de juego sucio tenga marcas, heridas o secuelas como resultado de la acción de juego sucio. El Citing Commissioner tiene hasta 24 horas luego de finalizado el partido para realizar un «Warning» (equivalente administrativamente a una tarjeta amarilla) o un «Citing» (equivalente a una tarjeta roja).
En este caso en particular, el Citing del partido decidió aplicarle un Warning a Kolis, porque según su criterio no era merecedor de tarjeta roja, tomando como atenuantes que la acción fue una reacción a que estaba siendo sujetado por un oponente que no le permitía ponerse de pie y a la fuerza moderada aplicada por el jugador sudafricano al costado de la cabeza del jugador escocés.

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